Arrocería por un lado, pizzería por otro, comida para llevar y por encargo en el medio, un todoterreno que lleva años en el candelero. En el apartado comida para llevar, una vez y no más (santo Tomás...) comimos un pollo asado. Horripilante, de lo peorcito que hemos comido. Cruz y raya. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero tan horrorosa fue su experiencia que no dio pie a segundas oportunidades. (otras voces del lugar han sido muy dispares en opiniones... Pero aún así) Respecto a pizzería, están aguantando el tirón de que aunque estemos en un pueblo y halla servicio de una gran cadena de pizza Nacional, con sus ofertas de 3 familiares (que son un poco más grandes que las medianas conocidas) por menos de 18€ entre martes a jueves, su lento pero seguro servicio a domicilio (sólo dispone de un vehículo, y casi es preferible acercarse al local) y cuatro pinceladas más, cumplen sobradamente su papel. De hecho, han sido "capaces de cerrar" un restaurante italiano y otro loco aventurero de la comida preparada. Respecto a producto, pues cumple sobradamente su función. De hecho, su horno de piedra tradicional a leña, le da un toque personal claramente diferenciador