Relativamente nueva, llegó la paletería que necesitaba esta zona de comida. Pero lo mejor de todo es que no solo llego una paletería, sino llegó una muy buena paletería, con una buena propuesta y mejor aún con unos muy buenos helados. El lugar tiene estilo de pies a cabeza, desde la decoración, la música y afortunadamente también en lo más importante que son los helados, de chocolate amargo, oreo, pistache y otros tantos que exceptuando el de nuez (odio la nuez) son muy buenos ¿cómo lo sé si abrieron hace poco? Pues si no sabes cuál elegir o no los conoces no tienen ningún lío con darte a probar el que más se te antoje. En realidad no son caros pues aunque el sencillo cuesta $20 está muy bien servido. El megaplus es que cualquier helado pueden convertirlo en malteada para ti y créanme que saben cómo hacerlo.