The Journey

Name: The Journey
Address: Laprida 295, Córdoba, Cordoba, 5000, Argentina
Telephone: +543514602803
Price range: $$
Rating: 4.1

#225 of 2094 pubs & bars in Córdoba

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The Journey is distinguished by food and interior

The image of The Journey’s food and drink

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Museo Iberoamericano de Artesanias can be on your route by default, the clients' piece of advice is to visit this bar. You can have nicely cooked laing, monkfish and pork at The Journey. Don't miss the opportunity to order good beer. As guests write in their comments, lemonade offered at this place is delicious.

Musicians make live music in the evening. The gracious staff welcomes visitors all year round. This spot is notable for its fast service. Here you will pay democratic prices. At this bar, people can enjoy the comfortable ambiance and beautiful decor. The Journey is rather popular among Facebook users and its overall rating is 4.1.

Frequently mentioned in reviews

live music

monkfish fish salsa cheese toast pork chicken poultry sandwiches

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Ratings of The Journey

Yelp

Not rated yet

Foursquare

(7.4/10)

Trip

(4/5)

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(4.1/5)

813

Visitors' opinions on The Journey

/ 180

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Fernando Salinas 4 years ago on Facebook

el papi esta en the journey!!!!!!!
los espero con la mejor gastronomia tragos buena atención del mundo!!!
vamos Argentina carajo!!!!!

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Julieta Frogs 6 years ago on Facebook

feliz aniversario the journey! ,por cierto el lugar mas hermoso y calido de todo guemes

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Juan Pablo A. 7 years ago on Yelp

Me es muy difícil otorgar una sola estrella pero creo que la experiencia de anoche lo vale. Medité con al almohada si podía darles una nueva oportunidad, pero no hubo caso. Decidimos cerrar el domingo con una visita a este nuevo bar de Güemes. The Journey está en la esquina de Belgrano y Laprida, un gran edifico de dos plantas con mesas en cada una de ellas y que se distingue del resto por el uso indiscriminado de madera en su fachada y mobiliarios. Conceptualmente está muy cercano a la marca Corona por lo que en el lugar sobrevuela un aire a parador de playa cheta: los decks, sillones y mesas de madera, las sillas de plástico, la música que suena a un volumen exageradamente alto (otro de los nuevos malos hábitos de la zona), la decoración y las ¿infaltables? tablas de surf. El lugar tiene dos plantas, pero con un entrepiso, todas ellas forman parte del bar. En la planta superior hay una terraza que anoche (intuyo que por el clima) estaba cerrada con una especie de carpita pero que en temporadas más calurosas puede ser una buena opción (siempre que se prescinda del resto de las instalaciones y el servicio del bar). La primer cuestión que me molesta es esta recurrente moda de los lugares nuevos de Güemes llamada "siéntese donde encuentre". No hay nadie que te reciba ni te guíe hasta una mesa. De camino hacia el piso de arriba nos cruzamos a tres personas, nadie nos dio bola, hasta que casi al final un chico verificó que hubiese lugar para los que éramos. La carta es bastante acotada y no escapa a las generales de la ley de la zona. Anoche, de 19 a 21, había 2x1 asi que pedimos unos vasos de cerveza tirada. Obviamente, Quilmes. La otra opción era Corona, pero en monjita o botella de litro (y no entraba en el 2x1). Cada vez que pedimos cerveza la demora fue demencial. 15 minutos de espera, de mínima, para traer TRES vasos de cerveza de menos de medio litro. A todo esto, la moza nunca vino a pedirnos paciencia, o a disculparse por la demora. Siga, siga. Cuando fuimos por el tercer vaso, decidimos hacer el pedido. Pedimos la carta (que tardó otros 10 minutos) y buscamos algo que no demorase tanto. Unas papas con cheddar y bacon. ¿Qué podía salir mal? Todo. Trajeron la cerveza, no las papas. Pasaron diez minutos, quince, veinte, veinticinco. La moza no venía, el pedido tampoco, nadie nos daba una explicación. Pasaron treinta, treinta y cinco, cuarenta minutos. Llamamos a la moza que justo pasaba por ahí (por momentos parecía esquivarnos) y le preguntamos si el pedido estaba saliendo o no. La respuesta, demencial: "vos sabés que creo que no te hice el pedido en la cocina. Esperá que me fijo". KE ONDA MOSTRA. La piba bajó, demoró (porque no iba a cortar el asunto justo ahora) y cuando volvió la respuesta los sorprenderá: "No sé qué pasó, pero esta mesa desapareció, no existe, por eso no les trajeron el pedido". No supe cómo reaccionar frente a este comentario digno de Fabio Zerpa, atiné a ver si algún OVNI nos había abducido pero no. Estábamos ahí, frente a una piba que, haciendo gala de una absoluta inutilidad y una cara de poker digna de torneo de ESPN, nos daba semejante argumento sin siquiera pedir media disculpa. Sé que es la primera reseña del lugar y sé que puede haber sido una cuestión meramente puntual. Anoche las demoras fueron generales, en todas las mesas hubo quejas, en todas todo tardó demasiado. Si no vas a contar con personal idóneo y en el volumen que tu negocio necesita, cerrá. Así que, con una carga de ira inconmensurable, pedí la cuenta y nos fuimos. No pienso volver, no pienso darle una segunda oportunidad y voy a convertirme en un militante de la causa.

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