La única salida para una heladería que fabrica un helado mediocre es la que hizo Trevi: evolucionar en cafetería + helados. El café es normal, las tortas y productos de pastelería son ricos y la vuelta de tuerca con los helados es la inclusión y promoción de los milk shakes, que están bárbaros. El local es amplio, con una vereda super espaciosa donde te podés sentar a disfrutar una tarde de primavera. Dentro hay dos televisores que no se superponen en sonido, y los mozos y baristas son muy atentos. Aceptan débito!